Esperando que todo pase
que nuestras almas vuelvan
a desangrase como lo hacían antes
cansadas, sin poder mas.
sin dejar que puedan.

Mi risa se vuelve congelada
a la mirada, y a lo hombres que pasan, que me ríen
y besan
dejando que mi llanto se vuelva seco
que la soledad siempre tenga un acompañante de turno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario